Hace unos días me trajeron el primer pollito caído del nido de esta primavera. El gorrioncillo estaba extremadamente débil y aunque sabía que no iba a vivir le dí un poco de agua y lo dejé tranquilo en una caja de cartón. Apenas duró una hora.
Al encontrar un pollito fuera del nido debemos valorar su situación. Llevarlo a casa es el último recurso. Si el pollo está fuerte debemos dejarlo donde está si el lugar es seguro, o ponerlo a resguardo de niños, perros y gatos pero sin alejarlo de donde estaba. Seguramente los padres no andarán muy lejos y acudirán a alimentarlo. Si tenemos tiempo podemos comprobarlo alejándonos bastante y ocultándonos muy bien para vigilarlo sin ahuyentar a los adultos.
Si después de un par de horas no acuden a alimentarlo y estamos convencidos de que está abandonado, debemos identificar la especie y si está amenazada o protegida (rapaces por ejemplo) debemos ponernos en contacto con un centro de recuperación de fauna para que lo cuiden allí (en el caso de estas especies sería un delito la posesión del ejemplar).
Si sabemos con seguridad que es una especie muy abundante, disponemos mucho tiempo (deberemos alimentarlo cada 30 ' aproximadamente) y tenemos claro que es muy fácil que no sobreviva podemos intentar alimentarla para liberarla posteriormente donde la encontramos. En la web podemos encontrar bastante información respecto a los cuidados y alimentación.
Los pollitos muy pequeños no son capaces de regular su temperatura y necesitan una fuente de calor. De momento, hasta conseguir un menú más adecuado lo podemos alimentar con una pasta de pienso de perro o gato y agua, añadiendo algo de queso para aumentar el aporte de calcio.
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