miércoles, 25 de enero de 2017

La mirada de la mantis

De las tres que envié, han preseleccionado esta foto, a falta de que la envíe a mayor resolución (estoy en ello) para la exposición y el catálogo de FOTCIENCIA14:
https://www.fotciencia.es/publico/index.aspx
La foto debe ir acompañada de un el texto, y ambas cosas son valoradas desde el punto de vista de la divulgación científica, por lo que, aunque alargue la entrada, subo ambas cosas.



Si observamos de cerca una Mantis, nos sorprenderá la gran movilidad de su cabeza, que le permite mirarnos con sus dos grandes ojos compuestos. Esta capacidad que comparte con pocos insectos le da un aire extrañamente próximo, sorprendentemente "humano".

Dispone de otros tres ojos simples, u ocelos, situados entre las antenas y posiblemente relacionados con la orientación durante el vuelo, ya que, además de al verde y al ultravioleta, son sensibles a la luz polarizada.

Sus ojos principales le permiten la visión estereoscópica, y en la zona frontal disponen de una zona más plana, que permite que los omatidios que los componen se orienten hacia una zona más pequeña para percibirla con más resolución. En esta zona, vemos más grande la «pupila» aparente que forman por los omatidios que absorben la luz que llega desde nuestra dirección. Durante la noche, por una redistribución pigmentaria, sus ojos sacrifican resolución y ganan en sensibilidad, adquiriendo un tono rojizo oscuro.

Todo esto la dota de una excelente visión frontal tridimensional, lo que le permite proyectar en milisegundos sus temibles patas anteriores, para atrapar a sus presas.

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